Thursday 17 January 2008

Leviatán

Pablito, dueño de la empresa de seguridad Gómez Hermanos situada al norte de Avenida Italia les dice a sus empleados: “nosotros no somos como ellos. Nosotros peleamos por una causa”. No importa aclarar cuál era esta causa; basta decir que sus empleados le creyeron. De ese modo, sus empleados dejaron de ser mercenarios y se convirtieron en soldados regulares. Y gracias a la causa estuvieron dispuestos a sacrificarse. Esto le dio una ventaja comparativa a Gómez Hermanos respecto a todas las demás empresas de seguridad. De ese modo, Securitas y Prosegur fueron destruidas. Y fue así, que Gómez Hermanos se transformó en el Leviatán. Porque los Estados, a diferencia de lo que dicen algunos teóricos, no se crean por contrato sino por conquista.

Tuesday 15 January 2008

Armas

"Digo, pues, que las tropas con las que un príncipe defiende sus Estados son propias, mercenarias, auxiliares o mixtas. Las mercenarias y auxiliares son inútiles y peligrosas; y el príncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estará nunca seguro ni tranquilo, porque están desunidos, porque son ambiciosos, desleales, valientes entre los amigos, pero cobardes cuando se encuentran frente a los enemigos; porque no tienen disciplina, como no tienen temor de Dios ni buena fe con los hombres; de modo que no se difiere la ruina sino mientras se difiere la ruptura; y ya durante la paz despojan a su príncipe tanto como los enemigos durante la guerra, pues no tienen otro amor ni otro motivo que los lleve a la batalla, que la paga del príncipe, la cual, por otra parte, no es suficiente para que deseen morir por él. Quieren ser sus soldados mientras el príncipe no hace la guerra; pero en cuanto la guerra sobreviene, o huyen o piden la baja. Poco me costaría probar esto, pues la ruina actual de Italia no ha sido causada sino por la confianza depositada durante muchos años en las tropas mercenarias, que hicieron al principio, y gracias a ciertos jefes, algunos progresos que les dieron fama de bravas; pero que demostraron lo que valían en cuanto aparecieron a la vista ejércitos extranjeros"

El Príncipe, Nicolás Maquiavelo

Thursday 10 January 2008

Debilidad

Carlitos y Juancito se reúnen. Sentados frente a frente las manos sobre la mesa, se vigilan. “Estoy preocupado por el tema de la seguridad”, dice Carlitos. Juancito concuerda en que los ladrones están bravos. Los dos coinciden: le temen a un enemigo externo. “Porque yo en vos sé que puedo confiar”, aclara Juancito. “¡Pero por supuesto! nosotros somos amigos, el tema son los otros”, asegura Carlitos. De esa forma deciden contratar a Securitas para que se encargue de la seguridad de ambos. Llegan a un acuerdo y los dos siguen con sus vidas y negocios pues ya no le temen a su vecino…

Pedrito está al frente de Securitas. Desde hace tiempo su empresa libra una guerra de baja intensidad con los de Prosegur. Y es de baja intensidad por una razón muy sencilla: se trata de empresas privadas que no desean tener demasiadas pérdidas. Dicen los que saben, que una situación similar ocurría en Italia, en los “combates” entre ejércitos mercenarios: su negocio era la guerra y las pérdidas elevadas no eran admisibles. Y así les fue claro… llegó un enemigo externo que sí estaba dispuesto a entablar una batalla verdadera e Italia fue arrasada… pero eso es otra historia.

La cuestión es que Pedrito ha recibido un ofrecimiento de trabajo: Prosegur dice querer contratarlo para el puesto de gerente general y le ofrecen el doble de lo que está ganando. El es un profesional de la violencia, pero profesional al fin y su motivación para trabajar es ganar la máxima cantidad de dinero posible. El asunto es que no puede confiar en Prosegur. ¿Qué pasa si va hacia ellos? Estaría a su merced y lo podrían asesinar con facilidad. ¿Qué les impediría a ellos matarme y de esa forma perjudicar a Securitas, su empresa rival? Absolutamente nada. No hay un poder que esté por encima de ambas empresas. Recordemos: es el estado natural. Y Securitas difícilmente quiera vengar a un traidor… Ahora, Pedrito no siente ninguna lealtad hacia su actual empresa. Trabaja para ellos porque le pagan. Si otros le pagan más, es lógico que se vaya con ellos. Pero no puede confiar en ellos. Y antes que ganar más dinero prefiere estar vivo. Esta es una de las formas de conseguir la lealtad.

Prosegur y Securitas se encuentran en una situación curiosa: sus empleados son leales porque no pueden pasarse a la empresa rival. Pero pueden exigir la lealtad de sus empleados sólo hasta cierto punto: nadie está dispuesto a morir por una empresa y esa es la primera razón por la cual las bajas se reducen a un mínimo. La segunda razón, es la antes dicha: las empresas no quieren guerras a gran escala porque dan pérdidas. Este es el status quo imperante.

El problema de dicho status quo es que el poder está distribuido entre unidades débiles: Prosegur y Securitas son débiles porque sólo están en condiciones de utilizar la fuerza de manera limitada. Y ya sabemos en qué se transforman los débiles: en botines de los fuertes.

(continuará)

Carlitos y Juancito han podido solucionar sus problemas de manera consensuada pero sólo han conseguido trasladar las luchas de poder hacia otro plano…

¿Qué le sucederá a Prosegur y Securitas?

¿Qué terrible enemigo los acecha?

...próximamente: ¡el Horror del Norte de Avenida Italia!

Tuesday 8 January 2008

Dilema

Veamos el siguiente dilema:

Supongamos el “estado natural” de Hobbes es decir en donde no existe una fuerza superior. Carlitos es un tipo amable, bienintencionado, que repudia la violencia. También es un buen ciudadano indoctrinado en la moral de nuestros tiempos: le gusta el lucro. Su vecino Juancito es igual. Un tipo campechano, buena gente, panzón y bonachón. También es un comerciante y como tal, le gusta ganar dinero. Carlitos es distribuidor de alimentos. Juancito que tiene un almacén le compra los productos que distribuye Carlitos y de esa forma ambos se benefician. A los dos les sirve dicha relación porque les sirve para ganar dinero y no están interesados en interrumpirla.

Pero no hay un poder superior. No hay policía. Viven en un estado natural.

Como ya hemos dicho, tanto Carlitos y Juancito son personas que repudian la violencia y a quienes les gusta ganar dinero. Y ambos están convencidos de que la mejor forma de ganar plata es manteniendo la relación comercial que tienen.

Pero no hay un poder superior.

Y surge el problema: Carlitos no sabe cuales son las intenciones de Juancito. Y lo que sí sabe es que nada impide (porque no existe una fuerza superior), que Juancito lo ataque y robe sus pertenencias. Asi que, como persona civilizada y razonable que es, decide aclarar el asunto. Carlitos visita a Juancito y le asegura que tiene buenas intenciones. Juancito, un poco sorprendido, le dice que él también tiene buenas intenciones. Carlitos se va contento para la casa. Pero Juancito se queda pensando… ¿y a éste qué le pasa? ¿por qué vino a decirme que no piensa hacerme daño? ¿no me habrá dicho eso para que yo me descuide y así atacarme desprevenido? Hmmm… mañana lo voy a ver y aclarar el asunto.

A la mañana siguiente, Juancito se aparece en la puerta de Carlitos con un documento en la mano. Se trata de un pacto de no agresión. Ambos lo firman y se juran amistad muta. Carlitos se va contento para la casa, pero Juancito se queda preocupado… ¿y a éste que le pasa? ¿Por qué me hizo firmar ese pacto? ¿no será un truco para agarrarme con la guardia baja? Hmmm…

A la mañana siguiente Juancito decide tomar medidas para protegerse. Entonces va y se compra una .22. Sólo por las dudas. Por si al otro se le ocurre hacer algo. De ningún modo la piensa utilizar para atacar a Carlitos, no, no, él no es así, es un hombre pacífico. Sólo quiere el revólver para protegerse. Ya más tranquilo, la próxima vez que lo ve a Carlitos le comenta como al pasar que se compró un arma, “para protegerse de ladrones y eso, porque uno nunca sabe”. Carlitos, se hace el gil: claro, claro, le dice pero queda profundamente perturbado. Y se compra una .38. Para defenderse obviamente.

A la mañana siguiente Carlitos le comenta su nueva adquisición mientras están haciendo sus negocios. Cuando se separan, Juancito se queda pensando: así que se compró un arma… yo sabía que éste estaba planeando algo… aunque si estuviera planeando algo no tiene sentido que me lo diga… no sé, no sé…

Y se compra una .45. Por las dudas...

(continuará)

Próximo episodio:

¿Podrán Carlitos y Juancito resolver sus diferencias de manera pacífica?

¿O terminará todo en un baño de sangre?

¿Acaso la razón los llevará a darse cuenta del fatal destino que les espera?

¿Tal vez la razón les sirva para a alcanzar una solución?

Wednesday 2 January 2008

Fortuna

“De este modo señalo en primer lugar como inclinación general de la humanidad entera, un perpetuo e incesante afán de poder, que cesa solamente con la muerte. Y la causa de esto no siempre es que un hombre espere un placer más intenso del que ha alcanzado; o que no llegue a satisfacerse con un moderado poder, sino que no pueda asegurar su poderío y los fundamentos de su bienestar actual, sino adquiriendo otros nuevos”.

La comprensión de esta máxima nos explica por qué la convivencia pacífica duradera entre los hombres es una imposibilidad. Y como siempre, la fortuna decidirá quien hunde sus manos en el ORO y quien cae vencido y roto al costado del camino.

FORTUNA IMPERATRIX MUNDI

Próspero año nuevo para todos.